viernes, 9 de septiembre de 2011

Transgénicos: una barrera para las exportaciones argentinas de miel?

Estimados quiero compartir con ustedes un artículo de un querido Amigo que vive en Pergamino que publicó el mes pasado en su blog acerca de una nueva problemática que deberemos sortear los apicultores.
Que lo disfruten





TRANSGENICOS: UNA NUEVA BARRERA PARA LAS EXPORTACIONES ARGENTINAS DE MIEL? Por Lic. Lisandro Mogliati (*)


El mercado mundial de la miel se ha visto paralizado en los últimos meses y se han afectado seriamente las exportaciones argentinas, sobretodo los envíos con destino a la UE, uno de los principales mercados demandantes de nuestra miel, en este caso por un nuevo paradigma que incorporan los europeos en su política de “inocuidad de los alimentos” y el tratamiento dado a la presencia en la miel de vestigios de polen genéticamente modificado (OGM), comúnmente denominado “transgénico”.


Estamos frente a otra clara situación que puede conducir a erigir nuevas barreras sanitarias, que blinden más aún el mercado europeo impulsando más trabas para-arancelarias a nuestra producción exportable, que puede ser grave y poner en riesgo la sustentabilidad del negocio apícola (más aún cuando el 90 % de nuestra miel se comercializa al exterior y más de la mitad del volumen se destina a la UE).


El abogado general del Tribunal de Justicia de la UE, Yves Boto, señala que la miel que contenga polen derivado de maíz transgénico, requerirá de una autorización para comercializarse en el mercado europeo, debido a que es un alimento producido a partir de un OGM (organismo genéticamente modificado); si bien la opinión del letrado europeo no tiene carácter vinculante, el Tribunal de Justicia suele acatar sus recomendaciones, aplicando los dictámenes e internalizándolos en el marco del derecho comunitario, que prevalece por sobre la normativa nacional de los 27 Estados que componen la UE.


Si el Tribunal falla de acuerdo al dictamen de Yves Bot, la UE obligaría a las empresas a etiquetar las mieles que contengan vestigios de polen transgénico, con una leyenda que debería decir: "contiene organismos genéticamente modificados (OGM)", lo cual ocasionaría un “marketing” contrario al posicionamiento que tiene la miel de abejas como producto natural y colmado de propiedades que ayudan a preservar la salud humana.


Esta situación podría resultar doblemente compleja para la miel Argentina, debido a que resultaría casi imposible producir miel en nuestro país miel que no contenga residuo alguno de OGM´s, dadas las características de nuestra producción agrícola extensiva, con preeminencia de cultivos transgénicos en soja y maíz principalmente, más aún en la zona núcleo, donde están asentadas más del 60 % de las colmenas en producción.


Esta situación traería consigo mayores niveles de crisis y potenciaría el abandono de la actividad apícola, sobretodo en la región centro, relegando cada vez más a la actividad apícola a zonas periféricas de nuestro país con escaso desarrollo en producción de miel.


Por otra parte, la miel argentina, hoy catalogada entre las mieles más preciadas y cualitativamente en un nivel superior para el gusto del mercado internacional, retrocedería en su status y disminuiría por consiguiente su cotización internacional, menguando el negocio de la apicultura y reduciendo el ingreso de divisas para nuestro país, por un menor volúmen de exportaciones y precios.


La razón de esta nota no es tomar partido a favor o en contra de los OGM´s, donde ya la UE ha adoptado una posición sólida al respecto, incluyendo el principio precautorio en los “transgénicos”, que podría resumirse en la simple frase que señala “mejor prevenir que curar”, es decir que desconociendo los efectos futuros del consumo de “transgénicos”, es preferible no utilizarlos en alimentos o dar a conocer al consumidor de su presencia en determinados productos, más allá que hoy día la ciencia no permita conocer con certeza los efectos posibles de su ingesta.


La posición de la UE con respecto a los OGM´s es combatida en el ámbito de la Organización Mundial del Comercio (OMC) por los países que producen alimentos en base a “transgénicos”, como EE.UU, Canadá y la Argentina, que sostienen en los foros internacionales que este principio precautorio, restringe el comercio internacional, transformándose en una nueva barrera para-arancelaria.


Este tipo de problemática en el comercio mundial de la miel, ocurre con bastante frecuencia, hace pocos años que las exportaciones argentinas de miel se terminaron de recuperar de las “trabas” al comercio interpuestas en el año 2.003, también por parte de la UE, a la miel que tuviera vestigios de nitrofuranos (un antibiótico cuyo uso está prohibido) y que fue hallado en una partida de miel argentina con destino al Reino Unido, que terminó disparando una crisis sin precedentes para el sector apícola nacional de la cual el sector fue reponiéndose.


La analogía de la “crisis” actual por la miel con “transgénicos” y la “crisis” de la miel que presentaba vestigios de nitrofuranos, tiene dos denominadores comunes, por un lado la elevada cotización internacional de la miel, siguiendo la escalada de los precios de los alimentos, y emparentada con la necesidad importadora que tiene la UE para satisfacer su demanda interna; y por otra parte la escases de miel en el mundo, los europeos están preocupados por sus stocks reducidos de miel y las cosechas en Europa de Este (una de las zonas productoras por excelencia) parecen ser magras.


Entonces, nuevamente como en 2.003 comienza la presión “no arancelaria” a la miel y la incertidumbre para la apicultura nacional, historias que se repiten, estrategias distorsivas del comercio internacional, a la que ya nos tienen acostumbrados los europeos que con buenas excusas ambientales o de preservación de la salud pública, terminan desvirtuando la competencia en el mercado e inclinando la balanza del comercio en su favor.-

Lisandro Mogliati (*)

Lic. en Gestión de Negocios Internacionales


Titular de la empresa APHIS S.A (Producción Apícola)

1 comentario:

  1. Estimado Lisandro
    Interesante tener la perspectiva desde el otro lado de la cordillera. En Chile ha sucedido algo similar, la diferencia es que en nuestro país está prohibido el cultivo de OGM para consumo interno y exportación, sólo se produce para exportar semillas; sin embargo, al parecer el polen transgénico tiene una gran capacidad de dispersión, ya que Europa también ha encontrado OGM en miel y maíz chileno.
    ¿Tienes conocimiento de alguna zona argentina donde no existan cultivos OGM. Quizá la Patagonia se encuentra libre de transgénicos.

    Atentamente
    Rocío Epprecht

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